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Héroes de AFSCME en el frente, nunca más fuertes en el servicio, piden ayuda estatal y local

Drew Angerer / Getty Images
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Por personal de AFSCME

Proveedores de servicios médicos de emergencia en la Ciudad de Nueva York como Laura Hartnett, miembro de la Local 2507 de AFSCME (Concilio Distrital 37), han estado en el frente en el epicentro mundial de la pandemia del coronavirus, arriesgando sus vidas y salud todos los días por el público a quien sirven.

COVID-19 se está propagando por el Western State Hospital en el estado de Washington, pero el trabajador social psiquiátrico Mike Yestramski, presidente del Concilio 28 de AFSCME (WFSE), sigue yendo todos los días a cuidar a sus clientes y luchar por los recursos que él y sus colegas necesitan para atender a sus pacientes adecuadamente.

Brian Miller, oficial correccional en Ohio y presidente del Capítulo 5190 (OCSEA/Local 11 de AFSCME), se está recuperando de una infección de COVID-19, al igual que el 90% de sus colegas. Cuando se encuentre bien, estará de regreso en su puesto de trabajo, a pesar de los riesgos de volver a enfermarse en la prisión, un foco del coronavirus.

La miembro de AFSCME en Florida Shirley Thomas, custodia de una escuela por 19 años, perdió su trabajo recientemente y no sabe cuándo o si regresará a su puesto. Está lista para regresar en un instante a desinfectar la escuela para que los estudiantes puedan estar seguros, lista para cuidar de los niños como si fueran propios.  

Estos son los nombres y las historias personales de los héroes de AFSCME en el frente, quienes nunca han sido tan fuertes. Están arriesgando sus vidas por sus comunidades, a pesar del peligro para ellos y sus seres queridos. Ahora estos héroes enfrentan otra amenaza: la amenaza de despidos debido a que los gobiernos estatales y locales podrían quedarse sin dinero para pagarles por sus servicios. El coronavirus ha creado un enorme vacío en los presupuestos estatales y locales.

Es por ello que los miembros de AFSCME están trabajando duro para asegurarse que el Congreso financia el frente. Queremos que el Congreso gaste lo que sea necesario para ayudar a los gobiernos estatales y locales a llenar los hoyos en sus presupuestos y reconstruir los servicios públicos.

Como lo dijo el Presidente Lee Saunders, “La ayuda estatal y local no es una abstracción. Significa que las escuelas están fuertes. Significa que se recoge la basura. Significa que las calles y caminos son reparados. Significa que sale agua limpia de las llaves. Significa, cuando uno marca 911, que la ambulancia llega a tiempo. No podemos ganarle a esta pandemia y reabrir nuestra economía si se les agradece a estos trabajadores en el frente con despidos”.

Los servidores públicos son la diferencia entre la vida y la muerte para todos los estadounidenses. Si los estados y localidades no reciben la ayuda federal que necesitan para seguir proveyendo servicios públicos, todos los ciudadanos sufrirán. No podemos dejar que eso suceda. Es por ello que insistimos en que el Congreso financie el frente.

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