La excandidata a gobernador de Georgia Stacey Abrams, quien en 2018 casi se convierte en la primera mujer afroamericana gobernadora del país, instó a los miembros de AFSCME a luchar por elecciones justas, libres y seguras en noviembre y resaltó que los resultados de la elección determinarán el futuro del movimiento laboral estadounidense.
Después del cierre de la elección en Georgia, en la que hubo acusaciones de supresión generalizada de votantes, Abrams estableció Fair Fight, un grupo dedicado a asegurar elecciones justas y luchar contra la supresión de votantes.
En su discurso a los delegados a la 44ª Convención Internacional de AFSCME, Abrams hizo un llamado al Congreso a expandir el voto por correo para mantener seguros a los votantes durante la pandemia de COVID-19, expandir la votación anticipada en persona y mantener los lugares de votación abiertos, seguros y accesibles.
Abrams alabó al exvicepresidente Joe Biden, a quien describió como campeón de derechos laborales, y dijo, “La persona a quien votemos en noviembre determinará la dirección del movimiento laboral y la próxima generación de líderes”.
“Como todos lo sabemos, hay una guerra contra las uniones, desde la Casa Blanca hasta las legislaturas estatales y el Tribunal Supremo. Donald Trump ha hecho su mejor esfuerzo por minar el poder de las uniones en el sector público”, afirmó. “Es en las urnas electorales que más cuenta nuestra lucha por promover la libertad y oportunidad para toda la gente obrera. El voto es el bloque de construcción más esencial en el desarrollo de una sociedad mejor”.
Abrams, quien además es fundadora de Fair Count, un grupo dedicado a asegurar que todos son contados en el Censo del 2020, instó a los miembros de AFSCME a completar el censo, subrayando que miles de millones de dólares en fondos del gobierno están en juego.
“Cada miembro sindical debe comprometerse a completar el censo, de no ser así lograrán finalmente su objetivo de dejarnos afuera”, dijo ella.